La nota que sigue apareció en el diario La Nación el 30/10/94 y fue rescatada por el maestro Zen Sato. Como a la i reponsable le gustan los libros impresos en papel, le gustó y la guardó... y ahora reapareció (lo hace periódicamente, para refrescarles las ideas a los amantes de las computadoras). Es cortita, no teman.
Por Sarah Lyall, periodista de The New York Times.
“El libro está con nosotros desde hace 500 años”, dice Donald Norman, de Computadoras Apple, que acaba de publicar un libro titulado Things that make us smart (*), donde arguye que la tecnología a veces resulta contraproducente, deslumbrando y tiranizando a la gente en lugar de contribuir a hacer su vida más simple. “La gente piensa que el libro carece de sofisticación tecnológica, pero ha evolucionado hasta convertirse en un artefacto muy conveniente y adelantado. Utiliza papel moderno, con buen contraste y letra de buena calidad. La tipografía misma ha evolucionado en el transcurso del tiempo, lo mismo que el diseño y la disposición de los caracteres, tanto en calidad estética como en utilidad. Y en muchos sentidos, es muy sencillo recorrer un libro.”
El novelista Nicholas Baker ha dicho: “Hemos ideado por fin un invento bello, fácil de hojear, que no necesita electricidad y existe en forma legible a pesar de todo. Si llega el fin de la civilización y perdemos la electricidad, podremos acercar un CD-ROM a la luz, lo que tendrá un valor totémico, pero no tendremos pasado”.
(Traducción de Rolando Costa Picazo)
(*) Juego de palabras traducible como “las cosas que nos hacen inteligentes” o “las cosas que nos hacen escocer”. (N. del T.)
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La i responsable pide por favor a los lectores que le expliquen -si alguno sabe- cómo podría hacer para leer un texto digitalizado mientras se da un baño de inmersión...
domingo, 25 de mayo de 2008
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