Aquí voy a referirme a dos cuestiones que aparecen en el texto y voy a comenzar por la que está en segundo lugar, es decir, voy a comenzar por el final –como corresponde, bah–.
Para que pueda “seguirme” fácilmente, al final de esta nota va a encontrar la grabación (una joyita) y la letra completa.
Primera observación:
La penúltima estrofa, la que comienza “Ni la cuerpeada ni el grito…” y que Rivero canta, no figura en las Obras Completas de Borges, sin embargo es de él, y lo digo por dos razones: cualquiera que haya leído a Borges puede reconocerle el estilo, y además, como queda dicho en la nota anterior, Borges asistió a la grabación del disco que contiene esa milonga, y no puede suponerse que si la estrofa no era de su autoría hubiera permitido que se la agregara.
Segunda observación:
En el prólogo de Para las Seis Cuerdas dice Borges: “He querido eludir … el manejo sistemático del lunfardo, que infunde un aire artificioso a las sencillas coplas”.
Pues bien, he escuchado cien veces esta milonga y siempre pensé que “garifo”, que aparece en el tercer verso de la tercera estrofa, era lunfardo. Hasta que un día se me ocurrió consultar el diccionario de la R.A.E. (que, por cierto, no muerde) y vea con qué me encontré:
garifo remite a jarifo y
jarifo viene del ár. hisp. šaríf, y este del ár. clás. šarif, noble, y –tal como lo sugiere el texto de Borges– significa “rozagante, vistoso, bien compuesto o adornado”. (Cualquier asociación con Michael Shalhoub, es decir, con Omar Sharif… seguramente es atinada).
Es todo, por ahora. Aquí le adjunto grabación de “El títere”, por Edmundo Rivero/Ástor Piazzolla y debajo le transcribo la letra completa de la milonga, por si quiere ir siguiendo al cantor.
Espero que lo disfrute…
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EL TÍTERE
A un compadrito le canto
que era el patrón y el ornato
de las casas menos santas
del barrio de Triunvirato.
Atildado en el vestir,
medio mandón en el trato;
negro el chambergo y la ropa,
negro el charol del zapato.
Como luz para el manejo
le firmaba un garabato
en la cara al más garifo,
de un solo brinco, a lo gato.
Bailarín y jugador,
no sé si chino o mulato,
lo mimaba el conventillo,
que hoy se llama inquilinato.
A las pardas zaguaneras
no les resultaba ingrato
el amor de ese valiente,
que les dio tan buenos ratos.
El hombre, según se sabe,
tiene firmado un contrato
con la muerte. En cada esquina
lo anda acechando el mal rato.
.
Ni la cuerpeada ni el grito
lo salvan al candidato.
La muerte sabe, señores,
llegar con sumo recato.
Un balazo lo tumbó
en Thames y Triunvirato;
se mudó a un barrio vecino,
el de la Quinta del Ñato.
J.L. Borges
1 comentario:
Grande ese Borges. Uno de los mejores escritores argentinos junto con Cortázar y Gelman.
Saludos ;)
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