Ya he comentado en otras notas que supuestamente existe el Codex Romanoff, un compendio de notas de cocina y reglas de urbanidad (o algo bastante parecido a ellas) escritas por el gran Leonardo.
Como sabemos, era común en tiempos de Leonardo que se aprovechara un banquete para eliminar a alguno o a algunos, y las formas de hacerlo eran por envenenamiento (de la comida o de la bebida) o por arma blanca.
Tan así era, que por entonces comenzó a gestarse la costumbre de colocar los cuchillos (durante mucho tiempo, únicos cubiertos usados en la mesa) con el filo hacia adentro, es decir, hacia el plato, ya que colocarlos con el filo hacia el comensal de al lado resultaba demasiado amenazador.
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Pero por supuesto esto no impedía la práctica de acuchillar a alguien, y hoy quiero transcribir uno de los supuestos consejos de Leonardo -que estaría en el inhallable Codex antes citado-, en parte porque resulta bastante creíble, pero además porque me hace mucha gracia.
De la manera correcta
de sentar a un asesino a la mesa
Si hay un asesinato planeado para la comida, entonces lo más decoroso es que el asesino tome asiento junto a aquel que será el objeto de su arte (y que se sitúe a la izquierda o a la derecha de esa persona dependerá del método del asesino), pues de esta forma no interrumpirá tanto la conversación si la realización de este hecho se limita a una zona pequeña.
En verdad, la fama de Ambroglio Descarte, el principal asesino de mi señor Cesare Borgia, se debe en gran medida a su habilidad para realizar su tarea sin que lo advierta ninguno de los comensales y, menos aún, que sean importunados por sus acciones.
Después de que el cadáver (y las manchas de sangre, de haberlas) haya sido retirado por los servidores, es costumbre que el asesino también se retire de la mesa, pues su presencia en ocasiones puede perturbar las digestiones de las personas que se encuentren sentadas a su lado, y en este punto un buen anfitrión tendrá siempre un nuevo invitado, quien habrá esperado afuera, dispuesto a sentarse a la mesa en este momento.
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Sandro Botticelli (1445-1510) "El banquete de Nastagio degli Onesti" (1487)
1 comentario:
No está para nada mal! Me imagino lo siguiente: hay 15 invitados esta noche, y los comensales ven al nro. 16 esperando afuera el momento de ingresar....Yo, definitivamente necesitaría bicarbonato de sodio.
No conocía este codex! genial
Un saludo
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