domingo, 28 de septiembre de 2008

Los ángeles, insectos celestiales

Sí, ya sé: el título le parece irrespetuoso o despectivo o algo así. Pero no lo es. No estoy tratando de provocar a nadie. Si usted cree que los ángeles son criaturas de Dios, está todo bien. Solo me estoy refiriendo a la anatomía, porque, si bien ya dije en una nota anterior que de ángeles poco y nada sé, no digo lo mismo de los animales, de los cuales algún conocimiento tengo.

Vea usted: esta es una representación de una criatura angélica.

¿Y cuántas extremidades tiene?

Tiene 2 brazos, 2 piernas y 2 alas, es decir, 3 pares de patas.

¿Y cuáles son los bichos que tienen 3 pares de patas? ¿eh, eh? Piense...
Respuesta: ¡los insectos!

Por definición, los insectos tienen el cuerpo claramente dividido en cabeza, tórax y abdomen, tres pares de patas y la mayoría tiene alas, que utilizan para volar. Ahora bien, alas y patas son casi lo mismo –las alas son brazos modificados–, y por lo que se ve los ángeles tienen cabeza, tórax y abdomen.
Saque usted sus conclusiones.

La editora i-responsable, que vive oponiéndose a todo, ha quedado tan impresionada por mis sabias consideraciones que decidió declarar desde este blog que los ángeles son insectos, celestiales, pero insectos.

Pero entonces cabe preguntarse si con esas alitas currutacas son capaces de volar, y como todo el mundo parece aceptar que sí, la editora i-responsable sostiene que no; porque para volar –dice– además de imaginación, hacen falta medios.

Así que vamos a estudiar el asunto.
Miremos cómo aparece un ángel y cómo se ve un cóndor andino volando...

y comparemos el tamaño relativo de las alas del ángel con el tamaño relativo de las alas del ave.






Si un cóndor, que pesa 10/12 kg necesita una envergadura de 3.3/3.5 m para poder volar, un ángel, que pesará unos 80 kg –pues por lo que se ve es bastante más corpulento que una mujer– ¿qué envergadura necesitará?

Para mí es una cuestión de regla de tres simple: un ángel, para poder volar, necesita una envergadura de alas de alrededor de 25 metros.

Así que yo digo que los insectos celestiales no vuelan, es más, digo que con esas alitas ni siquiera levitan. Un bochorno.

***
La editora i-responsable, que arriba sostuvo contra toda opinión que los ángeles no vuelan, ahora dice que eso no importa, que ella sabe que hay ángeles que cruzan los cielos rodando, porque tienen la forma de enormes ruedas. Ruedas, sí, leyó bien (está chapita, la pobre). Ángeles como ruedas, y con muchos ojos –dice– (para mí que son ovnis), que se llaman Tronos, pertenecen a la primera jerarquía, tercer coro, y que aparecen en el Apocalipsis y en la visión de Ezequiel (Ez. 1:18 – Ez. 10:9 y ss.).

Ahorita me pongo a investigar y le cuento…

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