(Viene de la nota anterior).
Estas son las “calaveras” que nos obsequió nuestra anfitriona...
Estas son las “calaveras” que nos obsequió nuestra anfitriona...
Rosario Loyola
Para Viviana y Eduardo
La Catrina con leotardo
y con acento argentino,
le dice: Mi amor, Eduardo,
unamos nuestros destinos.
Eduardo muy inocente,
hasta le hace caravana
y se muestra complaciente
porque piensa que es Viviana.
La parca se da sus mañas
y de Vivi se disfraza,
hasta lleva dos guadañas
por si Eduardo la rebasa.
Hoy dice: Querida Vivi,
mi pequeña, mi gran pibe,
solo por ti vivo, Vivi,
y sus amores le exhibe.
Dos calaveros chiquitos,
son guardianes de Viviana,
andan tras de sus “tipitos”
y de su influencia junguiana.
Una flaquita muy “inn”
buscó el cuatrocientos dos,
ahí en el Holiday inn
y ahí acabó con los dos.
Ya con esta me despido,
mis amigos argentinos,
mas, solo un favor les pido,
que disfruten sus destinos...
Hoy su destino ha cambiado,
y ojalá que me disculpen,
como me han simpatizado,
diré que aquí los sepulten.
Ya les preparé una fosa,
y su ataúd es de roble,
una sepultura hermosa,
lo más importante, doble.
Cordialmente, La Muerte, 2 de noviembre de 2007
Guadalajara, Jal., México
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